Borsari Vs. Argimón y Etcheverry en el tema de unión concubinaria para parejas homosexuales
Todo cambiaAntonio PippoCuando uno dice "todo cambia" casi nunca presta atención al significado de lo que está diciendo. Es como si hubiera dicho "el lechón de noche cae pesado", "la humedad jode los bronquios" o "al que nace barrigón es al pedo que lo fajen".Pero, en realidad, todo cambia, sí, continuamente. A veces de modo imprevisto y casi siempre asumido, al final, como dolor de parto, sobre todo si lo que cambia es la cultura, la conducta humana, los hábitos de una época.¿A qué viene esto? Ocurre que el proyecto de ley de Unión Concubinaria, que ya cuenta con la media sanción del Senado, ha causado estrepitosa polémica entre algunos señores diputados: tal el caso de dos de un mismo partido, Beatriz Argimón y Gustavo Borsari. Tengo para mí que mientras la dulce Beatriz aprendió que todo cambia y ha entendido su significado, al remilgado Gustavo se le ha pasado por alto o se niega a aceptarlo. Por algo ha dicho que la unión concubinaria está bien para el hombre y la mujer pero es inaceptable --reñida con la moral y las buenas costumbres, especificó-- entre personas del mismo sexo.Gustavo, deseo aportar a tu reflexión.Desde un punto de vista filosófico, y parafraseando a Russell, puedo sugerirte que no tiene utilidad dar a hombres y mujeres algo considerado "bueno" abstractamente; hay que darles algo deseado o necesitado si se pretende acrecentar su felicidad.Pero, además, puedo recordarte que la Tierra alguna vez fue considerada plana; que el cabrito no podía cocerse en la leche de su madre porque desagradaba a Dios; que para los isleños de los Mares del Sur merecía morir quien comiese de un recipiente ajeno; que en los corrillos del Egipto antiguo se decía que Isis había sido fecundada por Osiris después de muerto; que algunos griegos dieron fe de que Dióniso nació tres veces; que Lavoisier negó la existencia de los aerolitos; y que el canario Olveira llegó a creerse Maradona.Gustavo, créeme, todo cambia, continuamente.Y hay que adaptarse. *del diario "La República, domingo 29 de abril 2007
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